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  • Estos cuatro momentos expresan los pasos m s importantes del

    2019-05-07

    Estos cuatro momentos expresan los pasos más importantes del desprendimiento de la crítica y la práctica literaria en relación con la política partidista. Es decir, son tomas de posición estético-literarias que abrigan en su interior tomas de posición política que, crf hormone la postre, socavan los cimientos de las políticas culturales del regeneracionismo pero no son motivadas, explícitamente, por el deseo de anotar un triunfo a su facción política sino con el objeto de redefinir las reglas que en adelante determinarán lo que debe o no entrar en lo considerado literario y como patrimonio del mismo.
    La fuerza inexorable de los tiempos Baldomero Sanín Cano en su Revista contemporánea, volumen II, número 2, de mayo de 1905, publica como escrito inicial una nota sobre Rafael María Merchán con motivo de su reciente muerte. De acuerdo con el conocido crítico colombiano, la obra de Merchán esta mediada por su formación periodística, lo que a la postre permite inferir que tanto las cualidades como los defectos de su obra se explican por el influjo del periódico. Esta caracterización apunta a que sus estudios filológicos, al acercarlo a la crítica literaria inspirada en Sainte-Beuve como influencia del momento, lo aproximaban más a la polémica, a las disputas ideológicas al punto de “adquirir la necesidad irresistible de estar siempre en lo cierto”. De acuerdo con esto, Sanín Cano pasa a decir que: Es evidente que con este homenaje de Sanín Cano a Merchán, no sólo se hace el reconocimiento de un hombre que cumplió cabalmente con las obligaciones que le impuso la época, sino que también se efectúa un distanciamiento de carácter intelectual e ideológico con alguien que podría ser considerado uno de los críticos literarios más importantes del siglo xix colombiano. La validez de esta afirmación puede ser corroborada con el contenido de su libro Estudios Críticos de 1886, de Merchán, en el que se recopilan 18 trabajos que suman 712 páginas de variado contenido. Tal como lo manifiesta en el prólogo, lo inspira en su publicación el derecho que le cabe, en cuanto crítico “la simpatía por lo bello, en el arte; la verdad en los hechos históricos y científicos”, paso seguido, hace una declaración de principios a todas luces polémica con el momento político del país: No lo anima, al hacer estas afirmaciones, una rivalidad con Miguel Antonio Caro, sino su convicción en la defensa de la literatura moderna. Esto es claro en su estudio “Miguel Antonio Caro. Crítico”, texto inédito hasta el momento de esa publicación. Merchán reconoce la importancia del trabajo del poeta-presidente, la relevancia de sus empresas culturales, pero paso seguido manifiesta lo inoportuno de muchos de sus estudios, pues casi siempre examina los trabajos de autores muertos, lo que de por sí no es reprochable, pero le preocupa su desinterés por las producciones contemporáneas y afirma: “Hay en el público una gran masa que se arrima á las opiniones, pero no las genera; que aguarda una sentencia autorizada, como las del señor Caro, para defenderla como propia, y adormecerse en la ilusión de que es propia realmente” y, en opinión de Merchán cuando se refiere a thermoregulation los contemporáneos no lo hace con la misma impetuosidad con que lo hace con Olmedo y otros. Tras una larga presentación de las posiciones estéticas de Caro en relación con los autores del pasado, muy bien documentadas, las contrasta con afirmaciones ligeras y necesitadas de explicación respecto a sus contemporáneos. Así afirma: Por último, en el acápite IX, resalta los principales defectos que se han señalado en la poesía de Caro: “la frialdad en el fondo y arcaísmo en el lenguaje” y acorde con esta opinión, enumera las razones. La primera se refiere a la ausencia de pasiones turbulentas en la vida del autor, Caro se ha quedado en el siglo xvi, la tercera está directamente relacionada con la hispanofilia de Caro y sus consecuencias, pues la poesía castellana “en sus tiempos de mayor brillantez” se ha caracterizado más por el “acicalamiento” que por la pasión: “el oropel de la forma sobre la vaciedad de pensamiento y sentimiento”, la cuarta razón, lo deplorable del género descriptivo iniciado por Bello y que es de la preferencia de Caro. En resumidas cuentas, coincide con Caro como filólogo; en estética y preceptos didácticos, sus distancias no impiden que se comparta la admiración por la belleza, así como el gusto por autores como fray Luis de León y Núñez de Arce, en filosofía no es posible entenderse, en historia existen ciertas reservas y, si en la poesía si bien presenta talento no deja de ser lamentable que le dé la espalda a sus tiempos y termina con la siguiente lamentación: “¡lástima que no sea de los nuestros! Por último agrega una nota sobre el poeta Jean Ruchepin, considerado por muchos la inspiración de Núñez de Arce entre los poetas descreídos.