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  • Ahora bien lejos de cuestionar la forma libro para arrojarse

    2019-04-28

    Ahora bien, lejos de cuestionar la forma libro para arrojarse plácidamente en brazos de un arte al uso, “estos libros son, por su existencia misma —remarca Anne Moegelin-Delcroix—, una crítica de la concepción tradicional de obra de arte en la medida en que persiguen hacer compatible la creación con la máxima difusión” (352). Se acabó la exclusividad, el mercadeo selecto, el juego cultual, parecen proclamar, y no ya porque, como le sucede straight from the source la obra de arte convencional en la “época de su reproductibilidad técnica” —Walter Benjamin dixit—, el desdoblamiento en matriz y reproducción múltiple resulte fatal para su condición aurática, sino, antes al contrario, porque en ellos no hay dualidad que valga y su condición distintiva e ineludible es justamente la multiplicidad. La irrupción de este modelo posee implicaciones de hondo calado, pues, como señala Rocío Gracia, Triste es reconocer que la característica tensión entre forma y contenido caerá paulatinamente tras la publicación de Doubleday: a partir del episodio estadounidense, la historia de las ediciones de la obra será en gran medida la historia de una erosión, de un desdibujamiento, quizá entre otras razones porque el dispositivo escénico no volverá a formar parte del complejo Campalans. Como observa Dolores Fernández, las ediciones subsiguientes “siguen un formato de bolsillo que no tiene nada que ver con el lujo de la edición mexicana de 1958, la francesa de 1961 o la inglesa de 1962” (825). Si la meticulosa articulación de imagen y texto y el rigor editorial son rasgos medulares de Jusep Torres Campalans, y no mero ornamento, entonces toda edición posterior debiera haberlos preservado en la medida de lo posible, pero que tal no ha sido el caso salta a la vista al comprobar cómo la mayoría de las ediciones posteriores ha trastocado la obra mediante la asfixia del texto, el descuido en la maquetación, la supresión del color o la drástica reducción del número —cuando no completa eliminación— de imágenes, al punto de hacer de ella una pieza literaria como cualquier otra. Quizá poco importe este desgaste, al fin y al cabo, porque las ediciones, mejores o peores pero en formatos accesibles y en múltiples lenguas, iban a convertir la fábula inicial en mito duradero; no deja de ser significativo, en este sentido, que tras una vida plena de acontecimientos, una intensísima actividad cultural y la autoría de cientos de textos de todo tipo, la nota necrológica publicada en el diario Excélsior viniera encabezada por el titular “Un paro cardiaco causó la muerte a phospholipids Max Aub, autor de Jusep Torres Campalans” (Anónimo, 1972: s. p.).
    I. Campo de maniobras
    II. Las letras
    III. La historia
    IV. Las humanidades
    VI. La Revolución mexicana
    VI. Últimos refuerzos
    VII. Conclusión Atrás han quedado la suplantación de la obra creativa, y de la crítica, por la insaciable teoría; las insostenibles muertes de la novela, de la literatura, de la historia, de las humanidades; las corrientes pulverizadoras de la literaturnost; la “indecibilidad” del pasado, todo pasado, incluso el literario.
    El 2014 fue el centenario del natalicio de Octavio Paz y un año muy productivo para la publicación de textos críticos, reediciones y antologías que exploran la obra de Paz. En esta coyuntura, de Armando González Torres se suma al esfuerzo por rendir tributo al intelectual straight from the source mexicano más importante del siglo , a través de una selección meticulosa y reflexiva de los textos políticos más representativos de Octavio Paz. La recopilación, que consta de notas, ensayos y artículos publicados en diferentes medios, presenta una panorámica cohesiva y extensa de los cambios en el pensamiento de Paz a lo largo de varias décadas de participación en la esfera pública mexicana, latinoamericana y mundial. Si bien trazar el desarrollo intelectual e ideológico del Nobel mexicano presupone una labor compleja debido a la extensión y variedad temática del corpus de Paz, la labor de González Torres obedece a objetivos fundamentales que señala claramente en el prólogo:
    El ojo crítico de Emmanuel Carballo (1929-2014), puesto sobre la vida cultural y literaria de México, supo reconocer lo perdurable de lo efímero. Sin proponérselo, a través de una obra diversa y de su labor como editor, él mismo fue forjando su propia trascendencia. El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ha publicado dentro de su colección Memorias Mexicanas, libro que reúne 96 textos escritos entre 1953 y 2011. Curiosamente estos párrafos parten del año en el cual termina , publicado anteriormente por el Fondo de Cultura Económica. A diferencia de este último, el propósito del volumen que nos ocupa no es el de reconstruir un pasado, no obstante lo logra. Este libro descubre al hombre en su labor crítica, íntima y hasta ociosa. El orden cronológico de los textos nos ubica ante una lectura azarosa conformada por entrevistas, reseñas, meros pensamientos, cartas, ensayos, etc., géneros diversos que no escapan a la límpida escritura del jalisciense.