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  • En tanto fray Bartolom de

    2019-04-19

    En tanto, fray Bartolomé de las Casas resume el breve pasaje inicial de Pané en el capítulo cxx del volumen I de la Apologética Historia:
    Deidades, ídolos y cuerpos: el fracaso de pané El proyecto de construcción del monoteísmo taíno invalida la consistencia etnográfica del material recogido por Pané: los cemíes no son más que vagas e incorrectas formas de conocimiento del verdadero Dios. ¿Qué elementos de la Relación de Pané, por lo tanto, tienen todavía alguna utilidad para la historia de las religiones? Si la búsqueda del “monoteísmo” es conceptualmente equivocada (en aras de construir una disciplina laica y plural), también lo es la de un “politeísmo” taíno (que, de hecho, dura tan sólo un instante en el proyecto de Pané). Paradójicamente, el fracaso hermenéutico de la interpretación del fraile nos ayuda order AMN107 localizar un camino de acceso para fundamentar un análisis más acertado de la religión indígena. Éste no es el espacio apto para recorrer detenidamente dicho camino, sin embargo, podemos señalar algunos problemas teóricos que aún refrenan una historia de las religiones vinculada a categorías producidas en el Viejo Mundo. Creemos, pues, que una genealogía de la historia de las religiones pueda desarrollarse plenamente a través de esta “lección americana”, útil para mejorar la comprensión de los fenómenos plurales que ésta pretendería observar. Observemos, pues, otro pasaje revelador de la obra de Pané. En el capítulo xix de la Relación, el fraile nos habla de la construcción de cemíes de madera. En este fragmento resulta claro que la realidad sagrada descrita por el jerónimo no tiene nada que ver con una deidad (ya sea monoteísta o politeísta), sino antes bien con seres extra-humanos con los que es necesario establecer una forma de relación dialógica: En sentido estricto, por lo tanto, el behique y el cemí negocian las etapas del proceso que conduce a la construcción del cuerpo del ser extra-humano (paradójicamente, nos encontramos con algo similar a los procesos idolátricos descritos en el contexto del Antiguo Testamento) a través del ritual de la cohoba. Gracias a la acción de los mediadores adecuados se puede revelar a los hombres la naturaleza compleja de los cemíes y con ellos se pueden entablar las relaciones correctas (biográficas, familiares, políticas, cósmicas, etc.). De hecho, los taínos construyen con los cemíes una red de relaciones sociales que le otorga sentido a Zinc finger protein su realidad. En conclusión, es posible notar cómo la falta de comunicación entre los observadores europeos y el mundo indígena se produce en la intersección entre los diferentes usos de tres conceptos importantes: dioses, ídolos y cuerpos. Esta intersección revela, pues, la existencia de dos cosmovisiones alternativas. Por un lado, en la cosmovisión cristiana, la relación de los cuerpos (humanos) con la dimensión divina se basa en una comunicación “vertical”, que se concreta en la veneración de un ser supremo. En este sentido, la negación de la unidad de este ser produce la particular forma de idolatría que es el politeísmo. No obstante, la ruptura de las jerarquías del orden cristiano se puede producir de otro modo, es decir, no sólo a través de la multiplicación excesiva de los seres adorados, sino también en una ruptura horizontal de la relación natural entre los hombres y Dios. Se realiza así aquella forma de error que se manifiesta en la veneración de la naturaleza: ésta representa, al mismo tiempo, una disminución de lo divino en el contexto mundano y una amenaza a la centralidad del hombre en la creación. En la cosmovisión taína, sin embargo, esta doble ruptura se expresa positivamente en la pluralidad de cuerpos que poseen su propia agency, es decir, en la construcción de un cosmos intersubjetivo en el cual una multiplicidad de actores sociales construye un espacio complejo de relaciones. Por lo tanto, es evidente que, fracasada la posibilidad de describir a través de los dioses a esta inaudita estructura religiosa, el observador europeo sólo puede neutralizar su carga peligrosa a través de la noción de “ídolo”, que reproduce el lenguaje excluyente de la tradición cristiana a lo largo del siglo xvi. Por ende, la obra de Pané muestra cómo el carácter escandaloso de los cuerpos taínos representa el límite de la capacidad hermenéutica de los modelos conceptuales europeos frente a la alteridad religiosa indígena.